Las largas rutinas laborales y los compromisos empresariales hacen que las comidas fuera de casa sean comunes una vez empezado el trabajo. Pero se puede comer bien y saludable, sin pasarse, también en un restaurante. Apunta estos consejos para no comer demasiado.
Cuando estamos fuera de casa nos dejamos llevar por las tentaciones. Recomendamos comer aquellos platos o alimentos algo más elaborados y que no solemos comer en casa pero dentro de un límite. Los pescados azules al horno, las carnes con guarniciones y asadas son platos ricos y que dan más trabajo en casa. Ahora bien, si los escogemos es mejor hacer comida única y dejarnos del primero.
Otra opción es escoger un menú algo menos copioso antes de ir al restaurante, especialmente si vamos en grupo. Entonces debe combinar verduras, legumbres con pescado para seguir bien con nuestra rutina laboral sin empacharnos. Los aperitivos están bien si son refrescantes, pero es mejor no picar en demasía, especialmente los que llevan grasas y alimentos muy salados.
Por otro lado, también es mejor evitar comer mucho pan antes de la comida, va bien para acompañar pero nunca en exceso. Un buen tentempié son los platos de verduras con aceite de oliva que es mucho más saludable. El primer plato también puede ser una ensalada (completa), una pasta o un arroz algo distinto de lo que solemos comer en casa normalmente.
Si creemos que no vamos a comer demasiado, lo podemos prever y pedir platos mas reducidos, un segundo plato único o incluso un primero que nos servirá como segundo. En caso de que haya mucha comida en el plato y hemos pedido un mismo menú de grupo, podemos pedir que nos guarden parte de este menú para llevar a casa. No nos empacharemos y tendremos otra comida para el día siguiente. Ahora, en la gran parte de restaurantes, están acostumbrados a que los comensales se lleven parte de la comida con el fin de dejar consumir todo al momento si no apetece.
Dejaremos a parte las grasas, los fritos, los revueltos con queso y empanados, además de los rebozados y mantequillas. Pueden estar muy buenos, pero no aportan nada y solo llenarán nuestro estómago para hacernos cansar más de lo normal.
Si se está haciendo dieta o simplemente uno quiere cuidar la alimentación y hace muchas comidas fuera, podemos preguntar al restaurante si hay opción de alimentación saludable en el menú.
Comer pausadamente y masticando despacio ayuda a una mejor digestión. Un vaso de vino es suficiente para saborear, mientras que el agua mientras y después de la comida, es buena, pero llenará la barriga antes. Cuidado con el postre, es recomendable fruta o algo de menos calorías que un pastel, siempre dependiendo de lo que se haya comido antes.