Los cefalópodos están frescos si su color es nácar o rosado suave y con mucho brillo. La carne es firme, húmeda y suave. Una vez cocinados ofrecen en el paladar un gran sabor al mar.
Los calamares son muy versátiles a la hora de cocinarlos. Pueden realizarse guisados, con arroces, fritos, a la plancha, en su tinta… Habitan los fondos marinos, pero en su época de reproducción suelen acercarse a la costa, por lo que los meses de verano son el momento ideal para disfrutar de este manjar proveniente de las costas gallegas.
La sepia, es la otra gran protagonista de la gastronomía. Viven en los fondos marinos, donde son capaces de camuflarse entre las arenas gracias a su increíble capacidad para cambiar de apariencia y color ante posibles depredadores. Cuenta con numerosos nombres a lo largo de toda España: Jibia, chocos, chopitos.
Se estima que hay más de 650 especies de cefalópodos. Todas ellas marinas, pero ya sabemos cuáles son las tres más populares.
Los cefalópodos tienen tres corazones: dos de sus corazones bombean la sangre sin oxígeno hasta sus extremidades, y el tercero transporta sangre oxigenada a sus órganos.