El consumo de pescado y marisco baja, pero en contraposición, el marisco fue el producto que mayor crecimiento tuvo durante el pasado año, con un 8,5%. Le siguen de cerca las verduras, con un alza del 5,2%.
Además, de diferentes informes se destaca que los españoles quieren comer marisco fuera de casa, pues fueron casi 32.000 millones de euros los que gastaron los ciudadanos en comer y beber fuera de sus casas en 2015, cifra que representa un 1,2% más que en 2014.
Y no solo esto sino que Anfaco-Cecopesca ha informado que el consumo de conservas de pescados y mariscos registró en 2015 un aumento del 9% respecto a 2010, hasta alcanzar los 4,5 kilos por habitante. El consumo de marisco dentro de las conservas también aumenta, y además hay que tener en cuenta que estos productos se posicionan como los únicos de la pesca y la acuicultura que incrementaron su consumo per cápita en los últimos años.
Una de las razones del porqué es uno de los productos de mayor crecimiento el pasado año es por sus propiedades nutritivas. Los moluscos tienen valores energéticos bajos, dado que contienen poca cantidad de grasa: de 0,5 al 2% en los moluscos y de 2 al 5% en los crustáceos. Aunque muchas veces se relaciona a los mariscos con el colesterol, no siempre es así, puesto que hay muchas diferencias según el tipo de pescado.
Por ejemplo, los moluscos de concha tienen una cantidad similar de colesterol que los pescados, mientras que los crustáceos muestran un contenido de 100-200 miligramos por 100 gramos de alimento.
Por otro lado, los minerales que encontramos en los mariscos son el fósforo, potasio, calcio, sodio, magnesio, hierro, yodo y cloro, pero depende de cada especie. El hierro también es destacado, sobre todo en almejas, chirlas, berberechos, ostras y mejillones. Y en vitaminas están las del grupo B (B1, B2, B3 y B12) y, en menor proporción, las liposolubles A y D.
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