El pescado azul es conocido por sus propiedades nutricionales y, especialmente, por ser el mejor amigo del corazón. Este tipo de pescado tiene un alto contenido en ácidos grasos omega 3 y 6, dos componentes que “limpian” las arterias del colesterol “malo” y ayudan a mejorar la salud cardíaca.
Seguro que al hablar de pescado azul, ya habéis empezado a pensar en uno de los clásicos dentro de esta clasificación: las sardinas. Al horno, a la brasa, a la parrilla o rebozadas, este pescado gusta a la familia y resulta perfecto para cualquier ocasión.
Variedades de sardinas
La sardina común o sardina europea es una variedad única de pescado que se alimenta de plancton. Tiene una característica forma alargada y un bonito color entre el plateado y los tonos verdosos. Es un tipo de pescado que crece en distintos entornos, y entre ellos el Mar Cantábrico. El mejor momento para consumirlas es el tiempo estival, a partir de mayo, aunque se puede encontrar en los mercados prácticamente durante todo el año.
Cómo comprar sardinas
El único consejo importante para comprar sardinas es que estén muy frescas. La talla mínima para pescar sardinas es una medida de 11 cm, aunque las sardinas más grandes pueden tener una talla de entre 20 y 25 centímetros. A la hora de comprarlas, elegir sardinas pequeñas o grandes dependerá de cuál sea su preparación, y de ello también dependerá si hay que quitar o no las vísceras.
Y cómo prepararlas
Las sardinas pequeñas son ideales para prepararlas fritas, sobre todo si primero se enharinan y se salan. Este será un plato que gustará a toda la familia, y que se tarda poco en preparar. Las sardinas grandes quedan muy bien a la brasa, al horno o a la parrilla, y en estos casos es importante no añadir la sal hasta el mismo momento de su preparación.
Una interesante opción para las sardinas de buen tamaño es rellenarlas de verduras o de jamón, de esta forma, se consigue un plato completo y delicioso.
Las sardinas tienen muchas vitaminas y están muy ricas, pero debido a las espinas que tienen muchos niños las rechazan. Los niños comen las sardinas pequeñas mucho mejor, pero si se compran más grandes, es mejor que se limpien bien las espinas antes de servirlas a los niños.
¿Y vosotros? ¿Cómo preparáis las sardinas?
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