El nombre científico de las diferentes especies marinas es lo que realmente las define, con independencia de las denominaciones comerciales que se utilicen. Existe una fuerte controversia sobre la utilización del nombre zamburiña, que en nuestra opinión es un nombre común que se atribuye a varios nombres científicos diferentes, sin ánimo de engañar al consumidor: la volandeira (Aequipecten opercularis), la vieira del Pacífico (Argopecten purpuratus) y la zamburiña (Chlamys varia).
De hecho, la presencia de zamburiña (Chlamys varia) es muy escasa en nuestras rías, la que abunda habitualmente es la volandeira.
La zamburiña habita en fondos arenosos, alimentándose de plancton, ya que es una especie filtradora que retiene en sus branquias las partículas que se encuentran en suspensión en el agua.
Es un molusco bivalvo, de la misma familia que la vieira, de concha formada por dos valvas abombadas. La concha es sólida y el contorno es ovalado, excepto en la zona de las orejas. Sus valvas son convexas e iguales aunque la superior es algo más abombada.
La zamburiña, marisco baja en grasas y con alto contenido proteínico. Cuenta con una importante cantidad de vitaminas A y B así como minerales (hierro, fósforo, sodio, zinc y yodo) esenciales para el desarrollo de nuestro organismo. Gracias a sus bajos valores calóricos suele recomendarse para dietas de adelgazamiento.
Las zamburiñas admiten diferentes preparaciones; pueden hacerse al horno, como las vieiras, pero debido a su tamaño, quizá la manera más acertada sea ponerlas unos pocos minutos a la plancha con una pizca de sal y unas gotas de aceite, o con algún otro condimento. También es habitual emplearla como ingrediente de la empanada.
Esta zamburiña la presentamos limpia en media concha, congelada y envasada al vacío en bolsa de 6 unidades. Conviene tener en cuenta que el transporte utilizado es el adecuado para productos frescos, de manera que no podemos garantizar que la zamburiña llegue congelada a su destino.